Claves para la transformación digital
La transformación digital no es un cambio tecnológico, sino un cambio cultural que se aplica a través de las nuevas tecnologías. Se trata de encontrar nuevas maneras de hacer las cosas, de relacionarse con un cliente que ya no es igual que antes, y de captar un talento que también ha cambiado.
El cambio en la sociedad es real, obligando a las compañías a transformarse y a hacerlo rápido. Hoy día es un riesgo no estar a la altura del cliente digital, la inacción se puede pagar muy cara.
El papel de las personas
La clave está en articular tres velocidades: la velocidad a la que una organización puede implementar ciertas nuevas tecnologías, el ritmo al que los empleados pueden asimilar ese cambio, y por último, la velocidad a la que cambia la cultura corporativa. Si no están acompasadas, el resultado no será el óptimo. No se puede forzar el cambio, éste generará rechazo.
El cliente ha cambiado y los empleados también
Incidiendo en el punto anterior, una buena manera de comprender esa “otra forma” de pensar es la de incorporar a la nómina talento variado, incluyendo a los llamados millennials, y dejar a éstos progresar en la compañía. No es una confrontación entre nuevos y viejos, entre insurgentes e incumbentes, entre startups y tradicionales. Es un híbrido de ambos. El valor procede de esa combinación de fortalezas entre los empleados, siempre que exista, claro está, una buena predisposición. Es importante adoptar una actitud positiva ante el cambio.
El apoyo indispensable de la alta dirección
A su vez, sin el apoyo de la alta dirección de la compañía, es difícil que un cambio tan radical llegue a hacerse realidad, al tiempo que el mercado demanda. El CEO o el gerente es el verdadero responsable de la transformación digital.
La tecnología es un medio, no el fin
No hay que obsesionarse por lo digital. Precisamente por tratarse de un medio, no de un fin, la digitalización de una compañía ha de realizarse con base en unos objetivos claros de negocio, ya sea de posicionamiento de marca o de incremento en ventas. Marcarse unos objetivos ayudará asimismo a medir los resultados. Lo primero que una compañia ha de tener claro es qué quiere hacer y en segundo lugar, buscar los recursos para ello.
No hay alternativa
El cambio en la sociedad es real, obligando a las compañías a transformarse y a hacerlo rápido. Hoy día es un riesgo no estar a la altura del cliente digital, la inacción se puede pagar muy cara. En resumen y usando un lenguaje informático: “Debemos actualizar y reiniciar el sistema, YA”, según afirma Santiago Bonet, profesor y consultor de estrategia y transformación digital.
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